“Cámara lucida” de Roland Barthes.
En este libro, Roland Barthes intenta, a partir de rasgos personales, denominar y categorizar a la fotografía, ya que remarca que libros que el había leído y trataban sobre el tema eran demasiado técnicos a la hora de “ver” una fotografía, y aquellos que no eran técnicos, eran históricos o sociólogos lo cual para Barthes, “para el observar el fenómeno global de la Fotografía , están obligados a enfocar muy de lejos”. Barthes expresa no haber leído a ningún autor que hablarán de fotografías interesantes en su parecer, aquellas que le producían placer o emoción. A partir de ahí Barthes decide escribir todo aquello referido a las sensaciones y emociones con respecto a la fotografía y dejar a un lado cuestiones técnicas.
Barthes dice de la fotografía que puede ser objeto de tres prácticas: el operador es el fotógrafo; el spectator serían todos aquellos que examinan una imagen fotográfica ; y aquello que es fotografiado lo define como el blanco, el referente , dice : “una especie de simulacro de eidôlon emitido por el objeto, que llamaría de buen grado el Spectrum de la fotografía por que esta palabra mantiene a través de su raíz una relación con espectáculo y le añade ese algo terrible que hay en toda fotografía: el retorno de lo muerto”. Barthes, dice que cuando tomamos una fotografía lo que fotografiamos se atrapa, se apresa. Cuando vemos nuevamente esa fotografía, la imagen ya no está en presente, ha pasado el momento captado, es un recuerdo. Un recuerdo que para él, es igual a muerte. Dice que la fotografía está unida al amor y a la muerte.
A partir de las tres prácticas a las cual entes me referí Barthes dice haber pasado por las tres ya que ha tomado fotografías como un aficionado, ha sido spectator a lo largo de su vida, (dice que ve fotos en todas partes que proveniente el mundo sin que uno las solicite y también ve aquellas que son escogidas, evaluadas, apropiadas, apreciadas) y dice sobre el blanco de la fotografía que en algún momento ha sido fotografiado y en el momento en cual se siente observado por un objetivo se constituye en el cato de posar , y se transforma por adelantado en imagen. Cuando hablamos de “yo” como fotografía, estamos hablando de la foto retrato. Barthes dice que posando ante el objetivo uno intenta plasmar en la imagen todo aquello que desea que el otro vea de uno y posa tratando de que esa imagen coincida con uno mismo, o con lo uno mismo trata de decir de sí. Barthes dice “Ante el objetivo soy a la vez: aquel que creo ser, aquel que quisiera que crean, aquel que el fotógrafo cree que soy y aquel de quien se sirve para exhibir su arte”.
Barthes dice que como spectator hay ciertas imágenes que le provocan diversas emociones como también hay otras que le son completamente indiferentes. A partir de esta postura Barthes señala que no se trata solo de “me gusta/ no me gusta” sino que aborda algo mas complejo. Utiliza entonces la palabra “aventura” para configurarle un nombre a esa atracción que sentía; dice “El principio de aventura me permite hacer existir la fotografía. Inversamente, sin aventura, no hay foto (…) La foto, de por sí, no es animada, pero me anima: es lo que hace toda aventura”.
Asegura que en la fotografía hay toda una red de esencias las cuales divide en materiales (todo lo físico y óptico de la imagen) y regionales (todo lo relacionado con la estética, la historia, la sociología, etc.)
Agrega Barthes “Como Spectator, sólo me interesaba por la fotografía por <sentimiento>; y yo quería profundizarlo no solo como una cuestión (un tema), sino como una herida: veo, siento, luego noto, miro y pienso.
Barthes busca diferentes términos para explicar su emoción por diferentes imágenes. Utiliza el término Stadium para explicar que el sujeto connota la fotografía culturalmente. Observa una fotografía y se interesa por ella por motivos culturales o históricos. Luego utiliza el término Punctum para referirse aquellas imágenes que le causan “un pinchazo”. Dice Barthes “Esta vez no soy yo quien va a buscarlo, es él quien sale de la escena como una flecha y viene a punzarme”.
En este libro se ilustran una serie de fotografías, las cuales Barthes las describe no solo es su contexto si no también es su calidad como imagen: Barthes en las fotografías difíciles de decodificar encuentra detalles que lo hacen remontar a su pasado y las ve con cierta nostalgia, todo lo vivido ya está muerto. La fotografía es la muerte plasmada en imagen “por viviente que nos esforcemos en concebirla, la foto es como un teatro primitivo como un cuadro viviente, la figuración del aspecto inmóvil y pintarrajeado bajo el cual vemos a los muertos”. Barthes utiliza una foto de su madre para explicar que en muchas fotos hay historia, y que la historia es todo lo que sucedió “antes que yo”. Barthes dirá:” La fotografía me obliga así un trabajo doloroso; inclinándome hacia la esencia de su identidad, me debatía en medio de imágenes parcialmente auténticas y, por consiguiente totalmente falsas. Decir ante tal foto < ¡es casi ella!> me resultaba más desgarrador que decir ante tal otra: <No es ella en absoluto>”
Este libro llamo mi atención desde un primer momento, primeramente por el titulo utilizado. La iniciativa que toma Barthes en un primer momento de no clasificar a la fotografía de una forma científica y utilizar los sentimientos y emociones para aplicar definiciones me pareció una propuesta interesante y me permitió avanzar con la lectura del libro, ay que no abordaba un tema vacío o repetitivo. Uno de los aspectos que mas me gusto de este libro fue el análisis que uso Barthes para las diferentes fotografía que destacó. Otras de las cosas que destaco fueron las diferentes características y/o categorizaciones que Barthes va atribuyéndole a la completa definición de fotografía:
“La Foto , inmoviliza una escena rápida en su momento decisivo”
“Para mi, las fotografías de paisajes deben ser habituales y no visitables”
“La fotografía es literalmente una emanación del referente.De cuerpo real, que se encontraba allí, han salido una radiaciones que vienen a impresionarme a mi, que me encuentro aquí; importa poco el tiempo que dura la transmisión; la foto del ser desaparecido viene a impresionarme al igual que los rayos diferidos de una estrella”
“La fotografía no remonta al pasado. El efecto que produce en mi no es la restitución de lo abolido sino el testimonio de que lo que veo ha sido”
“La fotografía tiene algo que ver con la resurrección ¿No podemos acaso decir de ella lo mismo que los bizantinos decían de la imagen de Cristo impresa en el Sudario de Turín, que no estaba hecha por la mano del hombre?”
“la esencia de la fotografía consiste en ratificar lo que ella misma representa”
“Toda fotografía es un certificado de presencia”
“En la fotografía, la inmovilización del tiempo solo se da de un modo excesivo, mounstroso: El tiempo se encuentra atascado”
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